Tradicionalmente, los Aché eran nómadas y se dedicaban a la cacería y recolección de miel, frutos y raíces silvestres en el más profundo de las selvas subtropicales del Paraguay oriental; privilegiaban, en su nomadismo, la búsqueda de los palmerales de pindó (Syagrus spp.) por ser la harina, el almidón y las frutas de esta palmera, los ingredientes rituales y esenciales de su alimentación.
La ruptura decisiva del nexo milenario forjado por los Aché con el bosque subtropical y su biodiversidad, ocurre en los años 70, bajo el gobierno del Gral. Stroessner. Entre 1970 y 1978, la dictadura militar emprende la salida forzada del bosque de los últimos grupos de Aché septentrionales no contactados o en aislamiento voluntario, llevando a cabo el despojo irreparable de la totalidad de su territorio ancestral, y desencadenando un ciclo de epidemias que aniquilaron a cerca de 40% de la población de los Aché norteños.
Los sobrevivientes fueron desplazados, llevados en la “Colonia Nacional Aché-Guayakí” de CERRO MOROTI, y sometidos a vejámenes (consumo forzado de la sal, prohibición de los ritos tradicionales, imposición del “caciquismo”, evangelización,…) por parte de los militares y misioneros norteamericanos de la ‘NEWS TRIBES MISSION’, primeros administradores de dicha reserva.
Esta tragedia - más conocida como el “genocidio aché” [1] - es denunciada internacionalmente en 1973 y luego a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que presiona a la dictadura militar a partir de 1974.
[1] Genocidio cuya materialidad sigue, sin embargo, refutada por el antropobiólogo estadounidense Kim HILL, por motivos no tan científicos o éticos como sus alegaciones iniciales o más recientes (2003) intentan acreditarlo…LINAJE regresará, próximamente, en este sitio sobre dicho periodo trágico de la historia contemporánea del Pueblo Aché.
I - Cazadores-recolectores del Paraguay Oriental
[fragmento]*
"Aché" significa "hombre, persona, él que habla" en la lengua de estos cazadores-recolectores del Paraguay Oriental, y es así que se autodenominan.
Son conocidos, por los Paraguayos, bajo el termino despectivo y siempre enigmático [2] - pero con sonoridad palatalizada y silbando en forma de menosprecio - de "Guayakí", "Guadjakí" ou "Guadjakies". Los Aché sienten esta denominación como una ofensa y reaccionan violentamente cuando la oyen [3] .
1. Entre etnocidio y ecocidio
La historia de los "Hombres", como se designan entonces, fue una larga y cruel lucha en contra de una nación que había decidido - y sigue haciéndolo - someter su monte a la tala sistemática y anárquica.
Hasta el principio de los años setenta, esta nación los consideraba una presa - prestigiosa es cierto - pero sólo como un animal. Se vendía todavía su progenitura, a buen precio, en algunos mercados del departamento de Caazapá, en la década del sesenta. En el siglo XXI, hay todavía en Paraguay - en Asunción misma - cautivos aché que sus "padres adoptivos" (eufemismo que usan los dueños de estos últimos Aché raptados) se niegan a restituir a sus verdaderas familias....
Cazadores y recolectores por tradición, los Aché vagabundeaban, hasta la mitad de este siglo, en el corazón de las selvas sub-tropicales que cubrían - del norte al sur - la mayor parte del Paraguay oriental : un territorio inmenso extendiéndose entre 24° y 27.5° de latitud sur, 54° y 56.5° de longitud oeste, abarcando no menos de 6 departamentos (actuales) de la región oriental (Canindeyú, Alto Paraná, Caaguazú, Guaira, Caazapá e Itapua).
Una amplia superficie de montes organizada a lo largo de las principales alturas que bordean la región oriental, del sur al norte : cordillera de San Rafael, del Ybytyrusu, Sierra de San Joaquín, Cordillera de Mbaracayú.
Algunas cifras pueden dar rápidamente una idea de la dimensión del desastre ecológico y del etnocidio vividos, en algunas décadas, por estos habitantes de la selva : en 1945, la cobertura silvestre del Paraguay oriental se extendía sobre 8.805000 hectáreas, o sea más de 55% de su superficie total. En 1991, las áreas boscosas representaban sólo 15% de esta superficie (2.403.000 has).
Y hasta hace poco se estaban talando árboles a un ritmo alarmante, provocando así la desaparición anual de 1, 44 % de porción de monte del territorio nacional.
¡¡ Cifras que ubican el Paraguay - teniendo en cuenta su pequeña superficie (406.752 km2) - a la cabeza de todos los deforestadores del planeta, delante del Brasil y la China !! (ABC Color del 18/12/95 fuentes : El Mundo de Madrid 26/11/95, The Economist).
Es en 1978, con la rendición de la ultima banda nómada conocida, que se acaba casi por completo un modo de vida ancestral que generaciones seculares de Aché habían podido mantener.
2. Divisiones tribales
Por comodidad y un poco más de claridad, proponemos clasificar a los Aché geo-políticamente y de superar la aparente atomización de la etnia, discriminándola fundamentalmente en sólo dos grupos, uno norteño y otro sureño:
1) el grupo sureño extinguido : sus hordas deambulaban por los senderos de la espesura silvícola que se extendía hasta el actual departamento de Itapuá, en la desembocadura del Paraná cerca de Jesús y Trinidad; en los años 30, se localizaban algunas de sus bandas, del nacimiento del río Tacuary hasta el del río Tembey.
El límite norte extremo de su territorio parece haber sido constituido por la barrera natural del río Monday, afluente del Paraná.
En 1976, una pequeña banda de menos de 30 personas, vagando alrededor del río Ñacunday, acepta sedentarizarse junto a una misión norte-americana, en Puerto Barra del Alto Paraná (son denominados 'Aché del Yñarõ' en los documentos actuales, lo que no deja de generar confusiones con los Aché Wa denominados tambien 'Aché del Yñarô' anteriormente). Sin nexo reciente comprobado, a mi parecer, con los Aché norteños ni tampoco con los Aché Wa, estos Aché del Ñacunday podrían constituir los últimos representantes de los Aché sureños.
- Los Aché Wa o Aché del Yñarô en la literatura etnográfica, de Ypetimi en las fuentes más recientes : en 1959, reducida a una tropa moribunda de 30 personas, estos sobrevivientes hacen oficialmente acta de rendición en Arroyo Moroti (Departamento de Caazapá).
Geográficamente hablando, los Aché Wa forman parte de los Aché sureños; pero tienen rasgos atípicos dentro de la cultura de toda la etnia, tanto del punto político (ausencia notable de la pelea ritual del tõ-mumbu) que de sus concepciones escatológicas especialmente (Edeb Piragi 1999): presencia aparentemente de una teoría de la bipartición del alma característica de los Guaraníes pero desconocida de los otros grupos aché; endo y exocanibalismo...
2) los Aché septentrionales o Aché Gatu : los "humanos buenos / verdaderos" (según su propia terminología, porque los Aché del Yñarô y aquellos del Ñacunday se consideran también "Ache Gatu").
Su territorio, ubicado en el centro de las zonas de drenaje del Jejui Guazú, afluente del del río Paraguay, y del Acaray afluente del río Parana, abarcaba una superficie de más de 18.000 km2. Esta área fue más tardivamente lograda por el frente de la colonización que penetra extensamente allí, solo a la fin de los años 60, lo que ha evitado que sus miembros sufran el mismo grado de exterminación física que los Aché sureños.
- El grupo del Ybytyrusu, sedentarizado en 1962, está emparentado con los Aché norteños de los cuales fue separado y completamente apartado en los años 40, durante la apertura de la ruta que se va hasta Puerto Stroessner (rebautizada hoy día Ciudad del Este).
La última banda conocida del grupo norteño fue contactada y sedentarizada en 1978.
* [extracto modificado de "Los Aché del paraguay y las revelaciones de la 'Palabra de los Ancestros' : de la tradición oral a la resistencia cultural", Philippe Edeb Piragi, Suplemento Antropológico, Vol.XXXVI, N°1, junio 2001, pp.: 147-245, CEADUC, Asunción, PARAGUAY]
Otra fuente citada:
Edeb Piragi Philippe (1999) «Sobre el Derecho Consuetudinario Aché», Dirección de los Derechos Étnicos, Ministerio Público del Estado Paraguayo, Asunción, octubre 1999, 7 p. (m.s)
[2] Según Moisés Bertoni (1920), este etnonimo significaría "abejas silvestres"; evoca también el termino "guaki" que designa a una "comadreja" según Montoya o un "roedor" en el actual Mbyá-Guarani de acuerdo a Cadogan (Melia et al. 1973 : 9, nota 5); Clastres lo traduce por "ratones feroces" (1972); según H. von Ihering, Guayaki quiere decir "Guayas malos", Guayas habiendo sido el nombre de un pueblo antiguo desaparecido (Guillermo T. Bertoni 1924 : 105). Cadogan nos propone otra explicación : "pariente engreido, holgazán" (1968 : 134 ss.). Por otra parte, escuché esta interpretación inedita, vehiculada en el interior del pais : ¡guayaki es jagua'i (Speothos venaticus) al revez ! Jagua'i = Guaja'i = Guayaki...
[3] Parque de atracciones "Guayaki", laboratorio químico-farmacéutico"Guayaki", edificio "Guayaki" (sobre la calle Eligio Ayala), marca de hierba natural "Guayaki", el termino tiene éxito y devuelve al mestizo urbano de Asunción una imagen folklórica que huele bien al exotismo. Uno puede sólo sentir su uso frecuente e infeliz en la literatura etnográfica que ha popularizado a estos indígenas sudamericanos bajo este vocablo despectivo sino racista; y sorprenderse, a más razones, de la utilización poco cautelosa que siguen haciendo de él colegas muy mal informados obviamente sobre el conjunto de los escritos correspondientes, aquéllos posteriores a la década de los 70 sobretodo.